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Oftalmología Pediátrica

La miopía en el siglo XXI

La sociedad y los hábitos han cambiado mucho en los últimos evite años. Se puede decir que la tecnología nos acompaña el día entero facilitándonos la vida y ayudándonos hasta en las tareas más comunes.

Pero no todo es positivo. En un informe de Visión y Vida del 2020 se prevé que en el 2050 más de la mitad de la población será miope. En el momento actual, más de un 50% de los jóvenes universitarios tienen algún grado de miopía.

En el informe se destacan varios factores asociados a la aparición y el empeoramiento de la miopía:
1. Tiempo delante de las pantallas
2. Horas pasadas al aire libre
3. Antecedentes familiares
4. Otros factores con impacto menor.

Si analizamos estos hábitos, facilmente entendemos porque se habla de pandemia de miopía y de porque es necesario actuar desde temprana edad.

Problemas y enfermedades asociadas a la miopía

La miopía no es simplemente necesidad de gafas. Si sólo fuera una cuestión de gafas ya lo tendríamos resuelto con las cirugías. La miopía puede convertirse en patología cuando se asocia a:
• Maculopatía
• Glaucoma
• Cataratas en jóvenes
• Lesiones retinianas periféricas y Desprendimiento de retina.

Todas estas condiciones pueden convertirse en muy graves y conducir a la ceguera permanente. Por esta razón es necesario diagnosticar la miopía cuanto antes y empezar a tratar desde temprana edad.

Tratamiento y control de miopía: gafas, lentillas y colirios para frenarla

La base del tratamiento de la miopía es la corrección óptica. Hablaremos de lentes oftálmicas y de lentes de contacto.

Las lentes oftálmicas son las que comúnmente llamamos “gafas”. Pero hay que distinguir entre unas gafas normales y las de control de miopía. Las de control de miopía tienen un efecto desenfoque sobre la retina y pueden retrasar o frenar el avance de la miopía.

Entre las lentes de contacto para el control de miopía existen las diarias y las llamadas nocturnas u Orto-k. Las primeras son lentillas muy parecidas a las normales pero tienen en su geometría un sistema para desenfocar levemente las imágenes periféricas y frenar la miopía. Las Orto-k funcionan de forma diferente moldeando las capas superficiales de la córnea y conseguiendo el mismo efecto. Las Orto-k se llaman nocturnas porque se ponen antes de ir a dormir y se quitan al despertar consiguiendo una buena calidad de visión sin gafas ni lentillas durante todo el día.

Por último existen tratamientos para frenar el avanzar de la miopía. Principalmente hablamos de la Atropina superdiluída que parece actuar tanto sobre el músculo ciliar como en receptores del fondo de ojo. Es el tratamiento que, hasta ahora, ha demostrado mayor eficacia. Pero, como todos los tratamientos, puede generar efectos adversos y sólo un oftalmólogo especialista en control de miopía debería indicar este fármaco.

Seguimiento de la miopía

Para saber si la miopía avanza, no basta con graduar al niño. Es necesario valorar los cambios de queratometría, medir la longitud axial y dilatar la pupila haciendo una cicloplejia completa. Podrás encontrar los mejores especialistas en control de miopía en el Instituto de Oftalmología Láser de Cáceres.

¿Qué es el estrabismo?

El estrabismo es un problema visual que consiste en la pérdida de paralelismo entre los dos ojos, de modo que no están alineados correctamente y cada uno mira en una dirección. Aunque es una patología que suele asociarse a la infancia, también tiene lugar y puede tratarse en la edad adulta.

En ocasiones, uno de los ojos es el dominante y el otro se desvía, pero también puede ocurrir que exista alternancia ocular, es decir, que a ratos se mire con el ojo derecho (desviando el izquierdo) y a ratos, con el izquierdo (desviando el derecho).

¿Qué causa el estrabismo?

En la aparición del estrabismo pueden influir varias causas.
Entre los factores oftalmológicos, los más frecuentes son:
• Un mal control del alineamiento ocular por parte del cerebro.
• La asociación con un defecto refractivo, el más común es la hipermetropía.
• Existen otras causas menos frecuentes pero más graves que el oftalmólogo deberá descartar.
El estrabismo en adultos puede producirse como consecuencia de un estrabismo infantil o ser secundario a diferentes enfermedades y procesos.
En función de sus múltiples orígenes, pueden distinguirse cuatro grandes grupos de estrabismo, cada uno de los cuales deberá tratarse de forma específica:
• Paralítico: los músculos encargados de mover el ojo y dirigir la mirada tienen menos fuerza, generalmente a causa de isquemias, tumores o patologías neurológicas.
• Restrictivo: se debe a un problema mecánico, derivado de cirugías oculares previas y fracturas o traumatismos orbitarios, así como secundario a enfermedades tiroideas o a miopía alta.
• Esencial: suele ser de origen infantil
• Sensorial: asociado a baja visión, ya que se produce cuando uno de los dos ojos carece de visión o esta es muy limitada.

¿Qué síntomas tiene el estrabismo?

La consecuencia más grave del estrabismo en edad pediátrica es la ambliopía u ojo vago.
Se produce porque, para evitar ver doble, el cerebro del niño suprime la visión de uno de los ojos. De esta manera, el ojo que usa menos se va volviendo «vago».
Otra consecuencia del estrabismo es la pérdida de la visión binocular, es decir, la capacidad de ver en relieve, calcular distancias y ver en 3D.

En los casos en los que el estrabismo aparece en la edad adulta, el paciente suele experimentar visión doble (o diplopía), ya sea de forma intermitente o constante, que puede resultar muy incapacitante a la hora de llevar a cabo actividades cotidianas. Además los pacientes que lo padecen suelen experimentar cansancio visual, dificultad durante la lectura.

¿Cuál es el tratamiento?

El médico debe realizar una revisión oftalmológica completa para valorar el grado de desviación, motilidad ocular, refracción y fondo de ojo.
Si de entrada existe un defecto refractivo, hay que tratarlo mediante corrección óptica (gafas o lentillas).
Si se desarrolla una ambliopía, se tendrá que recuperar la visión de ese ojo, lo que normalmente se consigue tapando el ojo sano con un parche.
Si una vez corregidos los defectos ópticos y la ambliopía la desviación ocular persiste, puede ser necesaria la administración de toxina botulínica u operación quirúrgica.
La toxina botulínica (Botox) consiste en una inyección de este medicamento en los músculos extraoculares, puede ayudar a tratar el estrabismo, ya que paraliza los músculos que impiden la correcta alineación de los ojos. El efecto puede durar solo unos meses, o podría mejorar permanentemente la alineación.
En general, el estrabismo se produce cuando los músculos que se encuentran alrededor de los ojos son muy rígidos o muy débiles. El tratamiento quirúrgico consiste en aflojar, tensar o mover determinados músculos de los ojos, según sea su caso, para que se alineen correctamente y funcionen juntos. Es posible que necesite someterse a más de una cirugía para tratar el estrabismo.
La cirugía suele realizarse ambulatoriamente en quirófano, con anestesia general o local. Su oftalmólogo hace un pequeño corte en el tejido que recubre el ojo para llegar a los músculos del ojo. Luego, se vuelven a posicionar los músculos para ayudar a los ojos a apuntar en la misma dirección. Esto se puede hacer en un ojo o en ambos. Después de la cirugía de estrabismo, podrá volver a su rutina diaria en unos días.